domingo, 30 de enero de 2011

Yo soy feliz si tu eres feliz

"Yo soy feliz si tu eres feliz" dije sin pensar.

"Mentira", me contestó secamente.

Entonces perdí la batalla y las lágrimas hicieron su aparición, no hice nada por detenerlas y solo me giré dándole la espalda, todo se puso borroso, y me parecía mejor así, la realidad se apoderaba de mi escudo de fantasías y lo deshacía.

"¿Por qué me dices que serás feliz, si esta claro como el agua que no es verdad?" me recriminó.

Y yo, me quería quedar en silencio, pero mi aporreado espíritu había tomado el mando, "¿Qué más podía hacer? No tengo el poder de hacer que te quedes a mi lado, pero, pero si al menos supiera que alguien hace brillar tus ojos por amor, podría fingir que soy muy feliz."

Pensé que oiría su risa, que se burlaría de mi como siempre, mas esperé en vano, sólo pude escuchar sus pasos en el pasillo, alejándose de mi, sin decir palabras que me dieran al menos una esperanza. Todo estaba perdido.

Me quedé un rato más allí, esperando que las lágrimas se agotaran, y que mi corazón latiera a su ritmo normal, y cuando me preparaba para salir me topé de frente con él.

"Sería feliz si me dijeras lo que en verdad te pasa" dijo sonrojado, su cabello estaba alborotado, ya que siempre que algo lo molestaba lo revolvía con sus manos.

"Lo que me pasa es que estoy enamorada de ti, pero sé que nuestra amistad es lo más importante, que prometimos ser siempre los mejores amigos del mundo, y que yo... que yo no puedo verte como un amigo más, porque te amo demasiado" y rompí a llorar otra vez.

Esta vez puso sus brazos alrededor de mis hombros y me estrechó contra su pecho, pude sentir su corazón latiendo salvajemente, "¿Te acuerdas de lo que me dijiste cuando nos conocimos?", negué con la cabeza, "No puedes enamorarte de un amigo, porque eso sólo crea confusión y dolores de cabeza, aunque si fueras tu, no me importaría."

Mi respiración se cortó por unos segundos, era verdad que yo había dicho eso, hace más de 7 años, cuando no me importaban los chicos, y ahora me sentía tan perdida.

"He estado esperando más de 7 años a que me dijeras lo que sentías, creo que es hora de decirte lo que siento yo, nunca te he visto como una amiga, tu me gustas, y mucho." y casi susurrando en mi oido "soy muy feliz, ¿lo eres tu también?"

"Si", y sólo pude cerrar mis ojos y desear que este sueño no acabara nunca.